Qué es el bruxismo infantil

¿Has notado que tu hijo o hija aprieta los dientes y los rechina? Esto puede ser bruxismo infantil, y conviene agendar una cita con un odontopediatra para quedar tranquilos, cerciorándose que todo está correcto.

¿Qué es el bruxismo?

El bruxismo se describe como una parafunción donde la mandíbula realiza movimientos no funcionales durante el día o la noche de forma voluntaria o involuntaria. Siempre están involucrados los dientes, que, al ponerse en contacto con sus antagonistas, rechinan y se aprietan.

Se estima que el bruxismo afecta a una de cada 5 personas, independientemente de su edad o sexo. En adultos se describen causas de origen psicológico, odontológico o genético, así como trastornos del sueño o relacionado con la salud en general, aunque no hay unanimidad en eso.

Sin embargo, en el caso de los niños, el bruxismo es un fenómeno muy relacionado con el desarrollo de la dentición. Habitualmente, desaparece por sí mismo cuando caen los dientes de leche y salen los permanentes. Es un proceso fisiológico normal, ya que es una manera natural de estimular la formación muscular y ósea facial y desarrollar la dentición.

Tipos de bruxismo

Los especialistas hablan de dos tipos de bruxismo básico:

  • Céntrico, cuando se aprietan los dientes. Es más habitual durante el día.
  • Excéntrico, cuando hay frotamiento. Es más habitual durante la noche, aunque también puede aparecer por el día.

Causas del bruxismo infantil

A pesar de que, como te decíamos, el bruxismo infantil suele ir desapareciendo progresivamente al salir las muelas permanentes y dientes incisivos, es preciso que, si después de ello sigue presentándose, se consulte al especialista.

Y es que existen diferentes tipos de causas que provocan esta patología:

  • Por un lado están las causas psicológicas. Son los trastornos o alteraciones que pueden desencadenar tensión emocional o estrés en los niños. Por ejemplo, es común en niños con hiperactividad que, además de estar activos durante el día, en la noche no cesa y aprietan y rechinan sus dientes. De hecho, la ansiedad es una de las causas más comunes del bruxismo a cualquier edad.
  • Por otro, están las causas físicas, como dolores de cabeza, de oídos, la aparición de nuevos dientes, caída de los dientes de leche que dan nueva forma a la estructura bucal, o una mala posición de los dientes que interfiera en la forma de cerrar la mandíbula. 
  • También hay que citar las causas odontontológicas, entre las que destacan las maloclusiones, las discrepancias oclusales y las restauraciones defectuosas. 

La sintomatología y las repercusiones van a depender de la resistencia de cada una de las estructuras involucradas, y de la duración, frecuencia e intensidad de la actividad bruxista.

¿Cómo se trata el bruxismo?

El odontólogo es el especialista que debe valorar si es preciso tratar el bruxismo y de qué manera. Esto es necesario en caso de que aparezca un desgaste dentario excesivo o dolor en la mandíbula, cabeza, cuello y oídos. En estos casos es habitual colocar una placa de plástico que recubre los dientes superiores para que no se desgasten si se aprietan o rechinan. Estas férulas, por una parte disminuyen las fuerzas parafuncionales y, por otra, distribuyen dichas fuerzas, con lo que se protege el sistema masticatorio y reduce la carga en la articulación temporomandibular.

Más adelante, si el bruxismo persiste y en caso de que se deba a una mala mordida, sería necesario realizar un tratamiento de ortodoncia para mejorar la oclusión u ortopedia dentofacial en otros casos.

Por tanto, si percibes que tus hijos aprietan o rechinan los dientes, pide cita cuanto antes en Dentaland para poder hacerle un seguimiento y estar atentos a su evolución. De esta manera, si se presenta un desgaste dental excesivo, o que la afección no desaparezca en cuanto tenga los dientes definitivos, poder ponerle una solución.